COPA DE ARQUÍMEDES
Cuando se le echa el agua sin superar el nivel no se sale; porque en nuestro entorno tenemos la presión atmosférica, entonces adentro del tubito hay aire por lo tanto ejerce presión (en el lado opuesto) teniendo un equilibrio y al aumentar el nivel del agua aumenta la presión hidroestática (presión que ejerce el agua en la superficie) entonces poco a poco se llena de agua en el tubito hasta que el agua ocupe todo el espacio del tubo (cuando se llega al nivel) y de ahi podriamos decir que ya son dos presiones que se ponen en acción la hidroestática y la atmosférica y por último la que se encarga de expulsar todo el agua en el vaso es la presión atmosférica.

BOTELLA DE MARIOTTE
El Frasco de Mariotte es un dispositivo destinado a conseguir una velocidad de efusión constante simultáneamente para un líquido y un gas. Consta de un frasco o botella de vidrio con un orificio lateral cerca de la base en el que eventualmente puede insertarse un tubo recto horizontal, y un tubo, también de vidrio, que por medio de un tapón ajusta perfectamente a su garganta, quedando en posición vertical. Para observar su funcionamiento, se coloca un tapón de corcho en el tubo horizontal para evitar la salida de líquido y se llena frasco con agua, teniendo en cuenta que debe verterse suficiente cantidad para cubrir ampliamente el extremo inferior del tubo vertical, y que éste debe quedar siempre a una altura h por encima del nivel marcado por el tubo horizontal. En ese momento se quita el tapón de corcho y se observa la salida de agua a través del tubo horizontal con velocidad constante, a pesar de que con el paso del tiempo desciende el nivel del agua en el frasco (siempre que se sigan cumpliendo las dos condiciones anteriormente expuestas). De esta forma, vemos que el Frasco de Mariotte logra un velocidad de efusión constante para un líquido, en este caso agua. Sin embargo, también se observa la entrada regular de burbujas de aire a través del extremo inferior del tubo vertical, lo que implica una velocidad de efusión constante también para un gas, en este caso aire. Históricamente, el principio del Frasco de Mariotte fue utilizado habitualmente en el siglo XIX en los quinqués y lámparas del alumbrado doméstico de Argan, en los que, a pesar de tener el depósito más alto que el nivel por donde se alimenta la llama, se impide el salto del aceite en forma de surtidor como debería hacerlo si no fuera por esta ingeniosa disposición.

Cuando se le echa el agua sin superar el nivel no se sale; porque en nuestro entorno tenemos la presión atmosférica, entonces adentro del tubito hay aire por lo tanto ejerce presión (en el lado opuesto) teniendo un equilibrio y al aumentar el nivel del agua aumenta la presión hidroestática (presión que ejerce el agua en la superficie) entonces poco a poco se llena de agua en el tubito hasta que el agua ocupe todo el espacio del tubo (cuando se llega al nivel) y de ahi podriamos decir que ya son dos presiones que se ponen en acción la hidroestática y la atmosférica y por último la que se encarga de expulsar todo el agua en el vaso es la presión atmosférica.

BOTELLA DE MARIOTTE
El Frasco de Mariotte es un dispositivo destinado a conseguir una velocidad de efusión constante simultáneamente para un líquido y un gas. Consta de un frasco o botella de vidrio con un orificio lateral cerca de la base en el que eventualmente puede insertarse un tubo recto horizontal, y un tubo, también de vidrio, que por medio de un tapón ajusta perfectamente a su garganta, quedando en posición vertical. Para observar su funcionamiento, se coloca un tapón de corcho en el tubo horizontal para evitar la salida de líquido y se llena frasco con agua, teniendo en cuenta que debe verterse suficiente cantidad para cubrir ampliamente el extremo inferior del tubo vertical, y que éste debe quedar siempre a una altura h por encima del nivel marcado por el tubo horizontal. En ese momento se quita el tapón de corcho y se observa la salida de agua a través del tubo horizontal con velocidad constante, a pesar de que con el paso del tiempo desciende el nivel del agua en el frasco (siempre que se sigan cumpliendo las dos condiciones anteriormente expuestas). De esta forma, vemos que el Frasco de Mariotte logra un velocidad de efusión constante para un líquido, en este caso agua. Sin embargo, también se observa la entrada regular de burbujas de aire a través del extremo inferior del tubo vertical, lo que implica una velocidad de efusión constante también para un gas, en este caso aire. Históricamente, el principio del Frasco de Mariotte fue utilizado habitualmente en el siglo XIX en los quinqués y lámparas del alumbrado doméstico de Argan, en los que, a pesar de tener el depósito más alto que el nivel por donde se alimenta la llama, se impide el salto del aceite en forma de surtidor como debería hacerlo si no fuera por esta ingeniosa disposición.

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